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Día de, Enfermedades


Día Internacional del Implante Coclear

El primer implante coclear se instaló el 25 de febrero de 1957, por este motivo se celebra cada 25 de febrero su Día Internacional. El implante coclear es un sistema contra la mayoría de las sorderas profundas bilaterales neurosensoriales. Se trata de un producto sanitario implantable activo, de alta tecnología y precisión, encaminado a restablecer la audición de aquellas personas que padezcan una sordera causada por la destrucción de las células ciliadas de la cóclea, estimulando directamente las células ganglionares (nervio auditivo) mediante señales eléctricas encargadas de transmitir la información codificada al cerebro. Hay que recordar que, al ser una prótesis, no cura definitivamente la sordera.

El oído humano es un sistema de órganos que, en su conjunto, tiene la misión captar, codificar y transferir al cerebro la información sonora. El sistema auditivo está formado por la unión de tres partes diferentes especializadas: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Es en este último donde se coloca el implante coclear.

la disfunción auditiva origina diferentes escalas de hipoacusias, desde la sordera leve a la total. Cada uno de los tres elementos que integra el sistema auditivo realiza una función especializada; si una de las tres partes falla, las partes sanas dejarían de cumplir con su función. El objetivo del implante coclear es reemplazar la función de la cóclea dañada, situada en el oído interno, estimulando mediante señales eléctricas directamente el nervio auditivo. Al estimular directamente la cóclea, se vuelven inservibles los componentes del oído externo y medio, siendo estos sustituidos por los componentes externos del implante coclear.

Existe un riguroso protocolo de selección de candidatos a un implante coclear, consensuado entre todos los médicos especialistas. Hay que cumplir con una serie de requisitos ineludibles:

-Padecer de sordera total o profunda con un grado de comprensión pobre y que todas las tecnologías de primera línea, como los audífonos, hayan fracasado.

-Se aplica a niños con hipoacusia grave o sorderas menores de 5 años por su plasticidad neural. También se aplica a adultos con lenguaje oral funcional o que tengan memoria auditiva por haber oído antes con audífonos.

 


Álvaro Rojo