Consejos de nuestra nutricionista
< Volver al índice de artículos
Vida sana


Síndrome de abstinencia de una sustancia.

Cuando existe una situación de dependencia de una sustancia y esa droga se suprime o se reduce, el organismo responde con un conjunto de síntomas físicos y psíquicos que reciben el nombre de síndrome de abstinencia. El síndrome de abstinencia varía con cada droga. Algunos de los síntomas que comparten los distintos síndromes son ansiedad, irritabilidad, insomnio, fatiga o náuseas. Ciertos síndromes requieren asistencia médica y se controlan con medidas terapéuticas sintomáticas o sustitutivas (sustancias menos nocivas, de efectos parecidos, que se retiran progresivamente). Por ejemplo, la retirada brusca de barbitúricos o benzodiacepinas puede dar lugar a un síndrome de abstinencia de graves consecuencias. Ejemplos conocidos son los síndromes de abstinencia provocados por el alcohol y la heroína.
En una persona alcohólica, el síndrome de abstinencia aparece entre doce y dieciséis horas después de interrumpir el consumo de alcohol y se caracteriza por ansiedad e irritabilidad, seguidas de temblores, calambres musculares, sudoración, náuseas y vómitos, que se hacen más intensos entre el segundo y tercer día. A veces, se produce un delirium tremens, un cuadro grave que requiere asistencia médica y se caracteriza por un estado de confusión (delirio) con alucinaciones terroríficas y excitación intensa.
El síndrome de abstinencia de la heroína, también conocido como "mono", dura entre cinco y diez días y aparece aproximadamente a las ocho horas de interrumpir el consumo, aumenta su intensidad entre 36 y 72 horas después y luego disminuye. Al principio, se caracteriza por rinorrea, lagrimeo, sudoración y después ansiedad intensa, irritabilidad, temblores, insomnio, dolores musculares, escalofríos, dilatación de las pupilas y agitación; más adelante se producen náuseas, vómitos, diarrea, fiebre e intensos dolores y calambres en las extremidades.
 


Álvaro Rojo