Las diferentes discapacidades han sido divididas en tres grandes grupos: motora, intelectual o mental y sensorial.
1. Discapacidad motora. Una persona tiene discapacidad motora cuando sus miembros superiores o inferiores no logran desarrollarse normalmente; la causa de esta discapacidad puede ser una lesión en el sistema nervioso central (cerca de la médula o el encéfalo), durante el embarazo o en la etapa post natal. Las personas que nacen con un problema motriz no tienen la misma habilidad en todos sus sentidos, debido a una falta de control cefálico; asimismo, muestran dificultad para manipular los objetos e, incluso, permanecen sin poder hacerlo. La discapacidad motora también tiene incidencia sobre el lenguaje de las personas; para ellas, es difícil la articulación de palabras ya que se produce con mucha dificultad
2. Discapacidad intelectual. Esta discapacidad corresponde al campo de lo cognitivo y es una condición caracterizada por una disminución de la captación del conocimiento; dicha disminución atañe a una variación neurológica, ya sea estructural o funcional y, por consiguiente, la dimensión de la alteración determina el nivel cognitivo y funcional de la persona; en otras palabras, es la disminución de la capacidad de comprensión o de cognición. Las personas con esta condición muestran gran diversidad entre sí; entre las manifestaciones más conocidas de discapacidad cognitiva están: el autismo, el síndrome de Down, el síndrome de Asperger y el denominado retraso mental.
3. Discapacidad sensorial. Dentro de la categoría de la discapacidad sensorial, se encuentran la disminución de algunos de los sentidos, por ejemplo la discapacidad visual o la auditiva. La discapacidad visual consiste en la carencia, deficiencia o disminución de la visión; así pues, para muchas personas la palabra ciego significa carencia total de la visión; sin embargo, la discapacidad visual se divide en ceguera total o amaurosis, y ceguera parcial. Por su parte, la discapacidad auditiva es la carencia, disminución o deficiencia del sentido de la audición; en tal sentido, existen tres tipos de discapacidad auditiva: pérdida auditiva conductiva, pérdida auditiva sensorial y pérdida auditiva mixta.
Cualquier persona con alguna de estas tres grandes disminuciones puede practicar deportes, sólo se debe buscar el que corresponda con la patología y el grado de afección, así como del gusto y las cualidades; en todo caso, la consulta médica previa es importante, porque en algunas patologías el deporte está contraindicado; entre ellas, las insuficiencias cardíacas agudas, las enfermedades infecciosas en su período crítico, la artritis reumatoide, etc.