Las cualidades terapéuticas de las bolas chinas son un secreto a voces, pues los expertos aseguran que su buen uso contribuye a prevenir problemas de salud como la incontinencia urinaria o el vaginismo, además de mejorar la satisfacción sexual. El uso de las bolas chinas acompañado de un gel específico ayudan fortalecer la musculatura pélvica y esto no sólo puede proporcionar una mayor satisfacción sexual a la pareja en sus relaciones, sino que también ayuda a atajar (o evitar) problemas como la incontinencia urinaria y los desgarros durante el parto.
Las bolas chinas recubiertas de silicona médica son las que se comercializan habitualmente en las tiendas eróticas. Un material que permite proteger la flora vaginal.
La edad de la mujer, el tamaño de su vagina y el hecho de si han tenido o no hijos puede determinar la elección de las bolas chinas, según explica la sexóloga. Así, mientras que una mujer joven que no ha sido madre puede iniciarse con dos bolas, las mujeres que ya han vivido uno o dos partos y tienen cierta edad deberían iniciarse con una sola bola.
Las bolas chinas se introducen en la vagina como si fueran un tampón y se mantienen dentro mientras se realizan actividades cotidianas. El uso de las bolas chinas puede iniciarse con sesiones de 15 a 20 minutos al día durante unos tres días a la semana para después ampliarse a cuatro días a la semana y así hasta poder usarlas diariamente. Es también importante que la usuaria esté en movimiento durante la sesión porque la vibración de las bolas chinas es precisamente lo que ayuda a ejercitar la zona pélvica, aunque, no es aconsejable que la usuaria haga actividades bruscas. No se pueden usar las bolas chinas si se tiene previsto correr una o dos horas, pues el máximo uso permitido para esa actividad sería de media hora.