La edad incrementa la frecuencia de la obesidad tanto en mujeres como en varones, aunque más en las primeras. Se suele iniciar a los 20-30 años debido a que se ingiere más alimento, y a medida que avanza la edad se precisa menos energía para las funciones básicas del organismo y no se gasta porque se realiza menos ejercicio.
Se observa una relación inversa entre obesidad y nivel económico, sobre todo en mujeres, siendo las más gruesas las de clase social inferior. En los hombres también se evidencia esta relación, pero de manera menos marcada. La raza influye, con más gordura entre los negros y entre los polinesios, quizá por factores genéticos unidos a hábitos alimentarios. También existen más casos en ciertas profesiones.
Pero no sólo en los adultos se ha incrementado la obesidad. En los niños, existe sobrepeso en el 14-15% de la población (17% niños y 12% niñas) entre los 6-12 años. Esto resulta especialmente grave, porque se origina una obesidad difícil de controlar en el futuro. No se debe identificar niño gordo con niño sano. El aumento de casos infantiles se ha relacionado con negligencia por parte de los padres, alimentación inadecuada (comida basura), y con el abuso de ver televisión (se come más y se hace menos ejercicio). Parece que una cuarta parte de los obesos lo son desde la infancia y tres cuartos partes se harían así en la edad adulta.
Por último cabe destacar que los síntomas bulímicos acompaña al 15-30% de los obesos, y es signo de peor pronóstico.