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Vida sana


Falta de sueño

La cantidad de horas de sueño necesarias para responder satisfactoriamente a las exigencias de la vida cotidiana varían a lo largo de la vida, están condicionadas tanto por las características y necesidades personales como por las tendencias propias de cada cuerpo. Sin embargo la medicina asegura que hay parámetros generales a tener en cuenta. 
Se considera que una persona duerme la cantidad de horas suficientes, si  después de haber permanecido un lapso de tiempo durmiendo, se despierta por sí mismo y se siente en estado renovado y con capacidad para realizar satisfactoriamente sus actividades diarias.
La medicina tradicional estima entre 8 y 10 horas promedio la cantidad de horas necesarias de sueño, para la persona adulta, aumentando hasta 12 horas para los niños y adolescentes y disminuyendo hasta 6 o 4 para los ancianos.
Las características más evidentes de la falta de horas de sueño son las consecuencias emocionales, se manifiestan como somnolencia, cambios repentinos del humor, irritabilidad, adopción de una actitud más pesimista, tristeza, enojo extremo, aumento de estrés y ansiedad.
Otro tipo de patología, con un gran costo social son los constantes insomnios.
Recientemente surgió un debate dentro del campo en donde se replantea la relación de asociación entre insomnio y estas patologías. La visión tradicional ubicaba a las enfermedades como las causantes del insomnio, hoy se está replanteando la postura, y se sostiene que es el insomnio la causa y no la consecuencia de estas patologías.
La pérdida de reflejos, visibilidad y coordinación de movimientos también aparece ante la falta de sueño. Por esto es que en pilotos de líneas aéreas, choferes de transporte de pasajeros se exige que respeten la cantidad de horas de sueño.

 

En lo físico, la falta de sueño también repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y otros síntomas de diabetes. También puede ocasionar que la glucosa se almacene como grasa, lo que provoca un aumento de peso.
También provoca la disminución de la temperatura corporal basal, esto puede provocar alguna alteración en el funcionamiento del metabolismo del cuerpo así como la pérdida de constancia del ritmo cardíaco.
Una de las causas más probadas de la falta de sueño son los trastornos psiquiátricos. Se han detectado casos de ansiedades y depresiones entre personas que no respetan las 6/8 horas diarias de sueño.
No dormir puede provocar una alteración en el centro del habla, manifestando un menor control al hablar que se presenta como balbuceo o palabras repetitivas. Se puede observar una mejora en la memoria de corto plazo, pero disminuye la posibilidad del recuerdo a largo plazo. En este estado es casi imposible aprender una nueva habilidad. También puede provocar una disminución en la creatividad y en la capacidad para resolver problemas, ya que la persona vuelve más lenta y menos precisa.
Experimentos para estudiar la falta de sueño durante varios días, comprobaron que las alucinaciones y la locura temporal suele presentarse por falta del sueño, después del tercer día sin dormir. Los estudios demuestran que cuando las dificultades para dormir se vuelven crónicas, aumenta a un 40% las probabilidades de sufrir de alguna enfermedad psiquiátrica.


Álvaro Rojo