Existen algunos tipos de ansiedad más típicos que otros, por ejemplo la ansiedad social donde el niño presenta un temor a que el resto de personas pienses mal de él, es decir, que tengan una valoración negativa de él. En este punto también se encuentra el convencimiento por parte del niño de no saber interactuar con el resto en algunas situaciones y pasan a evitar estos momentos ya que los consideran amenazantes.
La ansiedad social lo que aporta al niño es una inhibición comportamental, una aparición de reacciones emocionales negativas, evitan de manera excesiva el contacto con personas desconocidas y pasan a tener exclusivamente contacto con personas muy cercanas. La fobia escolar es otro punto importante donde se produce la ansiedad.
Podemos ver una serie de características típica, tales como cuando el niño no quiere asistir a clase, pero no se trata de que un día determinado no le apetezca, si no que se pone muy nervioso, no quiere y no se siente capacitado para ir, normalmente es habitual las ausencias prolongadas al colegio. Los niños se encuentran temerosos, empiezan a sentirse más cuando se va acercando el momento de ir a clase. En este caso de fobia escolar, no se suele presentar ningún tipo de características antisociales. Estos junto con la ansiedad por separación, son los casos más numerosos.