Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial de la Mujer Rural, precisamente en la víspera del Día Mundial de la Alimentación. La fecha fue propuesta por la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIPA), la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer (FCMM) y la Unión Mundial de Mujeres Rurales (UNMR) como seguimiento a los resultados de la histórica Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer realizada en Beijing, en 1995.
El primer Día Internacional de las Mujeres Rurales, se observó el 15 de octubre de 2008. Este día internacional nuevo, establecido por la Asamblea General en su resolución 62/136, de 18 de diciembre de 2007, reconoce «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.
Las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en las economías rurales de los países desarrollados y en desarrollo. En la mayor parte del mundo en desarrollo participan en la producción de cultivos y el cuidado del ganado, proporcionar alimentos, agua y combustible para sus familias y participan en actividades no agrícolas para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Además, llevan a cabo las funciones vitales en el cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos.
Las mujeres rurales de todo el mundo desempeñan una importante función en lo que se refiere a garantizar la seguridad alimentaria y en todo lo concerniente al desarrollo y la estabilidad de las zonas rurales. No obstante, al no habérseles reconocido debidamente su condición jurídica y social o siendo limitado tal reconocimiento, las mujeres a menudo carecen de facultades para adquirir derechos de propiedad sobre la tierra o tener acceso a servicios esenciales, como el crédito, los insumos agrícolas, la extensión, la capacitación y la enseñanza. Su vital contribución a la sociedad pasa en gran parte desapercibida.
La finalidad del Día Mundial de la Mujer Rural es cambiar esa situación, haciendo que las mujeres del medio rural salgan de la oscuridad al menos una vez al año, recordar a la sociedad lo mucho que debe a esas mujeres y valorar y reconocer sus méritos y su valía.