Existen varios programas diferentes para el tratamiento de las disfunciones sexuales, pero quizás los de mayor éxito sean el Programa de Master y Johnson y el Programa de Hawton. Pero en ambos hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:
+ Consideraciones básicas:
- La sexualidad es una función natural, controlada por respuestas reflejas. Por lo que el objetivo es permitir o facilitar que aparezcan respuestas reflejas, impidiendo las condiciones que favorecen su inhibición.
- Debe rechazarse que las personas con disfunciones sexuales tienen un trastorno psíquico.
- La mayor parte de las disfunciones son conductas aprendidas.
- Queda prohibido culpar a los demás o hacerlos responsables del trastorno sexual propio.
- Debe insistirse en la idea de que la sexualidad es un aspecto más de la relación de convivencia de la pareja.
+ Consideraciones específicas:
- Es necesario evaluar de forma individualizada a cada pareja, sin clasificarlas dentro de una categoría, dado que pueden existir importantes diferencias en sus conductas.
- El tratamiento va dirigido a la relación de pareja, dado que lo inadecuado es la interacción entre dos personas.
- Por ello, el programa requiere que ambos miembros de la pareja participen y se involucren activamente en la misma.
- La terapia debe realizarse por una pareja de terapeutas de distinto sexo, con el fin de facilitar la expresión de contenidos íntimos.
- Adoptar un enfoque bio-psico-social (en el que se incluyan datos psicológicos, sociales, biológicos y físicos)
- El enfoque terapéutico es rápido e intensivo. Durante 15 días se aplica el tratamiento en régimen interno, de esa manera se produce un corte drástico del ritmo de vida habitual