El Día Mundial contra la Pena de Muerte, que se celebra el 10 de Octubre, lo organiza la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, un grupo integrado por más de 64 organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, colegios de abogados, sindicatos y autoridades locales y regionales que se han unido en un esfuerzo para erradicar la pena de muerte en todo el mundo.
Como parte de la celebración de este Día Mundial, se llevan a cabo una serie de acciones a través de las cuales miles de personas de todo el mundo se oponen a la pena de muerte y están a favor de una suspensión mundial como paso previo para conseguir la abolición de la pena capital.
La pena de muerte es mucho más que un castigo en su acepción más simple. La pena de muerte durante la antigüedad era en el mejor de los casos el menor de los suplicios pues a ésta le antecedían toda clase de torturas físicas y morales. Hoy en día la tortura está prohibida en prácticamente todo el mundo. Más de cien países han abolido esta forma de castigo por considerarla incivilizada y contraria a los derechos humanos, a pesar de ello, existen naciones como Estados Unidos de América y China que mantienen y aplican la pena de muerte con una frecuencia alarmante.
El año pasado se llevó a cabo el 12º Día Mundial contra la pena de muerte el cual estuvo dedicado a las personas con enfermedades mentales en riesgo de sentencia de muerte o ejecución. Resaltando, la completa oposición a la pena de muerte, las personas abolicionistas se movilizan por la implementación efectiva de mecanismos de protección de derechos humanos que establecen que las personas que padecen enfermedades mentales (graves) o alguna deficiencia intelectual, no deben verse expuestos a la pena de muerte.