Es bastante habitual, en la época en la que nos encontramos, que las relaciones de poder entre jefe y empleado no sean precisamente agradables, y que gran parte de las metas planteadas no puedan completarse debido a las continuas batallas que se forman entre ambos. Los jefes se sienten con plenos poderes para ejercer con autoritarismo, y por otro lado los empleados tienden a obedecer por miedo a un posible despido.
Basados en el temor del trabajador a perder su puesto o en la necesidad de llevar un sueldo a sus casas, este tipo de jefes emplean el autoritarismo con el objetivo de sacar ventaja de su posición y conseguir que su voluntad sea realizada sin ser cuestionada ni objetada.
Este tipo de líder pretende conseguir permanentemente sus objetivos obviando el trabajo en equipo, el intento por superarse a uno mismo y el beneficio para todos.
En una relación laboral, el que ocupa la posición de liderato tiene el poder y la autoridad para hacer saber al empleado qué es lo que espera de él en su tarea. Ese es justamente, su derecho: el poder o la facultad de reclamar, pedir, solicitar…etc.
Esta autoridad se ejerce con plenos derechos, siempre que no acabe en autoritarismo, malos tratos o manipulación por parte del jefe. En eso consiste básicamente el autoritarismo, en el abuso de ésa autoridad con sus trabajadores. Es el poder que traspasos los límites naturales que deberían existir en cualquier relación laboral.
Un jefe tóxico es un jefe que trata mal a sus empleados sin ninguna razón, es la persona que no valora a sus trabajadores, los ignora, los hace sentir mal o crea, de una forma u otra, un mal ambiente de trabajo.
Quizá sea una persona que piense que lo está haciendo bien, o que actuando así con los empleados consigue mucho más, pero la realidad es que el rendimiento tiende a ser menor, el clima laboral malo y los empleados se sienten desgastados y con ganas de encontrar un trabajo mejor. Y todo esto incluso en el trabajo soñado por cualquier persona, en algo que siempre habían deseado hacer. Los rasgos típicos de cualquier jefe tóxico son:
- Grita. Grita mucho. No trata con respeto a sus empleados. Piensa que la mejor forma de que rindan es gritándoles y haciéndoles ver que pueden hacerlo mejor.