Desde un punto de vista psicológico vamos a nombrar ahora algunas consideraciones necesarias para realizar una correcta dieta.
- Antes de comenzarlo, la persona debe tomarse todo el tiempo que necesite, para dejarse claro a si misma por qué motivo desea adelgazar. Los motivos pueden ser estéticos de salud o de otra índole, pero debe tomar plena conciencia de ellos.
Debido a esta toma de conciencia, podrá destinar al objetivo todas las fuerzas y concentración necesarias. No menos, puesto que no serían suficientes, ni tampoco más, ya que sería un gasto innecesario de atención. De esta manera el cerebro dejará de prestar atención a objetivos de menor importancia, y los que sean de una categoría mayor no tendrán que sabotear el régimen pues tendrán toda la atención necesaria.
- La persona debe prever qué esfuerzos y cuánto tiempo va a necesitar para conseguir sus objetivos. Deberá imaginarse con el mayor detalle posible situaciones que se le van a presentar, como pueden ser los momentos de duda sobre si compensa o no tanto esfuerzo, instantes de tentación al tener cerca alguno de sus alimentos preferidos, momentos de insistencia de otras personas para que coma y deje el régimen, etc.
La idea es conseguir adelantarse a las dificultades para así tener interiormente las respuestas y el estado anímico preparado para cuando haga falta.
- Ponerse objetivos realistas. Siempre es preferible marcarse una meta modesta pero alcanzable, que una superior pero alejada de las fuerzas con las que se cuenta realmente. Además el alcanzar un objetivo modesto, deja a la persona en buena predisposición anímica para plantearse más adelante retos nuevos.