El delirium que aparece durante la intoxicación por sustancias puede desarrollarse minutos u horas después de haber ingerido dosis relativamente altas de algunas drogas como Cannabis, cocaína y alucinógenos. Con otras sustancias como el alcohol, los barbitúricos o la meperidina, el delirium a veces sólo se presenta después de una intoxicación mantenida durante algunos días.
Con frecuencia, el delirium se resuelve en pocas horas o días cuando la intoxicación cede (aunque la duración puede prolongarse tras la intoxicación con fenciclidina).
El delirium por abstinencia de sustancias se desarrolla a medida que la concentración de la sustancia en los tejidos y el plasma va disminuyendo después de la reducción o cese de su consumo a dosis altas. La duración del delirium tiende a variar de acuerdo con la vida media de la sustancia en cuestión: las sustancias de acción prolongada se asocian con frecuencia a una abstinencia más prolongada.
El delirium por abstinencia de sustancias puede mantenerse desde unas horas hasta 2-4 semanas. Se debe establecer este diagnóstico en lugar de los diagnósticos de intoxicación por sustancias o abstinencia de sustancias sólo cuando los síntomas cognoscitivos excedan de los que son propios de los síndromes de intoxicación y de abstinencia, y cuando los síntomas sean de la suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente.
Sustancias: alcohol, alucinógenos; anfetaminas y sustancias afines; Cannabis; cocaína; fenciclidina y sustancias de acción similar; inhalantes; opioides; sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, y otras sustancias desconocidas. El delirium por abstinencia de sustancias se puede dar con los siguientes tipos de sustancias: alcohol; sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, y otras sustancias desconocidas.
Entre los medicamentos señalados como causantes de delirium se incluyen anestésicos, analgésicos, agentes antiasmáticos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, medicación cardiovascular y antihipertensiva, antimicrobianos, fármacos antiparkinsonianos, corticosteroides, medicación gastrointestinal, relajantes musculares y medicaciones psicotrópicas con efectos secundarios anticolinérgicos.
Los tóxicos señalados como causa de delirium incluyen anticolinesterasas, insecticidas organofosfatados, monóxido de carbono, dióxido de carbono y sustancias volátiles como la gasolina o la pintura.