Principalmente deben ser cuatro:
Tomar de dos a tres litro de agua diariamente para eliminar líquidos y toxinas, una buena opción es tomar infusiones que favorezcan la excreción de líquidos.
Moderar el consumo de sal, evitar los precocinados porque los aditivos que poseen favorecen la retención de líquidos.
Evitar el tabaco porque además que porque es un mal habito, inhibe la absorción e vitaminas, perjudica la circulación sanguínea y aumenta la formación de radicales libres que aumentan la degradación del tejido adiposo.
Controlar el consumo de café y de alcohol (aporta calorías vacías).
Consumir alimentos que favorezcan el tracto gastrointestinal (kiwi, cereales integrales) y así evitar el estreñimiento.
Consumir pescado azul por su gran aporte de w3 ya que estos ácidos grasos tienen función antiinflamatoria.
Evitar el exceso de calor o exposiciones prolongadas al sol, no usar ropa muy ajustada. No pasar muchas horas de pie y no utilizar calzado muy bajo o con tacón muy alto (un par de centímetros es ideal) porque empeoran la circulación.
El consumo de diuréticos naturales, alcachofa, piña, aceite de borraja, te verde, mejoran la situación.
Existen unas recomendaciones para si correcta aplicación: