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Navidad, Psicologia


La Navidad en México

En México la Navidad es una tradición muy religiosa, y comienza con el primer domingo de Adviento, en el que se lleva a la iglesia a bendecir una corona decorada de acuerdo a cada familia con 5 velas (3 moradas, una rosa y una blanca), y cada domingo se enciende una vela, y se hace una oración hasta el día de Navidad en la que se encienden las 5 durante la cena.

El día 16 de diciembre comienzan las posadas que representan la travesía de María y José durante los 9 meses. Se pide posada cantando una letanía, se rompe la piñata, se toma ponche y se reparten los aguinaldos, que están compuestos de colación (dulces confitados), frutas de temporada (cañas, jícamas, mandarinas, naranjas, tejocotes, limas).

En la Noche Buena, el 24 de diciembre, todos van a la Misa de Noche Buena que es a la medianoche (Misa de gallo). Después de la misa, todos se van a sus respectivas casas a la Cena de Navidad con su familia y cualquier amigo que carezca de familia, pero lo más importante, es poner al Niño Jesús en el pesebre en el Nacimiento.

La cena del 24 puede estar compuesta por pavo relleno, bacalao, romeritos, caldo de camarón, pierna de cerdo, lomo adobado, ensalada de manzana, pasta, y algún postre.

En cuanto al Año Nuevo, la celebración es muy similar a la de Noche Buena, solo que a las 00:00 horas se hace un brindis y se comen 12 uvas, que representan cada uno de los meses del año que llega, con cada uva pedimos un deseo. También hay un sinfín de supersticiones de Año Nuevo, como usar ropa interior roja para tener suerte en el amor, barrer la casa hacia afuera para ahuyentar las malas vibraciones, colocar dinero en los zapatos para tener suerte o hacer maletas y dar la vuelta por la calle para viajar durante el Nuevo Año, entre muchas otras.

Las Posadas son una representación de la penuria que pasaron José y María en su viaje de Nazaret a Belén para cumplir un decreto del emperador César Augusto que ordenaba un empadronamiento general. Les llevó nueve días de viaje hasta su destino y al llegar, María estaba a punto de dar a luz a su hijo Jesús. Al no encontrar lugar en el mesón, se tuvieron que refugiar en un establo que les cedieron unos vecinos. Este evento, conocido como el “nacimiento del niño Dios”, se conmemora anualmente en iglesias y hogares de todo el mundo católico durante los días anteriores a la Nochebuena.

Actualmente no todas las familias conservan las costumbres del pasado y esto se ha agudizado durante los últimos lustros. En muchas ocasiones, las posadas se han convertido en bailes de salón, donde ya no se recuerda la razón del festejo. Sin embargo, vale la pena revivir la tradición de las posadas clásicas como lo hacen en algunas vecindades o conjuntos habitacionales donde todos los vecinos colaboran, y cada uno se encarga de algún aspecto de los preparativos para hacer la ocasión lúcida y agradable.

 


Álvaro Rojo