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Psicologia


Imagen global del líder deportivo I

 

El líder siempre será el “líder de las esperanzas”, no sólo de las propias, sino de las de su equipo, su club, su barrio, sus seguidores, su institución y en muchos casos, su propio país. Un líder en “país extranjero” está sujeto a la ambivalencia, por un lado es sentido como “uno de los nuestros”, y por otro jugando “en contra”.


Por supuesto que aquí también dependerá de que país se trate, ya que no es lo mismo Italia o España, que conforman nuestra mayor población que China o India, países con los cuáles nuestro país guarda pocos vínculos migratorios, por lo menos hasta el momento.
Pero hay una característica que dentro de lo que denominamos imagen pública, el líder debe poseer, y es el “carisma” la que pertenece al campo de la ilusión social. El carisma se manifiesta como propio de determinadas personalidades sobretodo en el área política. El estilo carismático del líder ayuda a su imagen social agrandándola y magnificándola a veces hasta niveles insólitos lo cual lo hace singular e irrepetible.

 
Este poder está dado por la atracción que el líder ejerza sobre el público y está netamente sostenido por las habilidades específicas, su experiencia, su nivel intelectual, su apariencia personal. Este poder de referencia efectiviza en los demás lo que hemos llamado identificación grupal. Es en estos casos en los que el líder llega a ser un modelo, un ejemplo a seguir.  Merece destacarse el hecho de que un líder si bien debe poseer una personalidad innata como para poder sostener este rol, debe desarrollarse en forma paulatina y estará ampliamente condicionado por factores situacionales y el entorno y tiempo que le toca vivir. La percepción, comprensión y actuación plástica del líder acorde con las diferentes experiencias deportivas, hará que se comporte del estilo más aproximado a lo esperado.


Álvaro Rojo