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Psicologia


Adicción a la religión.

 

~~El adicto a la religión usa a Dios, la Biblia, o a un pastor como si fuera una droga para suavizar los problemas y escapar de ellas. Como en otras adicciones está relacionado con la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo, la vergüenza, los sentimientos de aislamiento y de sentir diferente de las demás personas en el mundo. Toda la familia es afectada.
Si considerarnos la predicación constante, la preocupación con la Biblia, con el diablo, el juzgar, el sentir pecado, la vergüenza, y tantas reglas para controlar a los feligreses y a la familia, no es una sorpresa que afecte la salud mental.
Muchos adictos a la religión provienen de familias donde fueron afectados por abusos religiosos, donde uno o ambos progenitores eran adictos a la religión.
Verdaderamente el adicto a la religión no se siente cómodo con Dios, ni consigo mismo, ni con sus relaciones, ni con el mundo. Usa a Dios, a su iglesia, a un predicador, a la Biblia para escapar de los sentimientos de soledad y de desesperación. Los efectos emocionales de esta "droga" vienen de sentirse "ser salvado", de entender un texto de la Biblia y de las emociones que se sienten en el culto. Muchas mujeres "adictas a una religión" están escapando así de problemas con sus esposos. No es que los sentimientos en el culto estén mal, pero como cualquier cosa, se puede llegar a un desequilibrio.
El mundo, los gobiernos, la sociedad, todo es juzgado según la manera como el adicto interpreta la Biblia. El dudar y cuestionar a los líderes puede ser considerado como blasfemia. Bailar, fumar, todo lo "no religioso" es considerado como pecado. Los resultados son que la perfección, la santidad y la pureza son metas inalcanzables y por lo tanto surgen la vergüenza, la culpabilidad, la desesperación y el aislamiento.
 


Álvaro Rojo