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Vida sana


Consejos para las vacaciones en pareja I

Es evidente que el hecho de tener mayor tiempo disponible provoca que, como es normal, se le dé más vueltas a la cabeza pensando si la relación va bien o mal, si hay entendimiento , o si existe la misma confianza que hace tiempo. Es en esos momentos cuando hay que intentar dar un impulso a la relación, dando todo lo que tengamos, o arrojar la toalla y resolver todo con la separación.

Para tratar de evitar una probable separación tras el periodo vacacional, hay que aproximar las perspectivas de cada uno, siendo lo más realista posible y no tratando de ensalzar dicha etapa. Por lo tanto, cada uno de los miembros ha de repasar sus pensamientos sobre lo que considera unas vacaciones excelentes, y considerar si son correctos. Hay que intentar crear un ambiente de benevolencia y compenetración. También hay que evitar no ser rígidos, buscando empatizar con la pareja, intentando ponernos en su lugar. Del mismo modo, es fundamental poner en práctica la escucha activa, buscar momentos de intimidad, tener detalles con el otro…etc. Tampoco es imprescindible hacer todo con la pareja, lo fundamental es que el tiempo juntos sea satisfactorio, y no cuánto tiempo se pasa juntos.

Las vacaciones son un momento ideal para aumentar el diálogo en la pareja: saber comunicar pensamientos positivos (te quiero, me haces muy feliz…) y también los negativos (no me gusta que me grites, me hiciste sentir mal…). Hay que encontrar momentos juntos como si fuera el principio de la relación. Y nunca se debe entrar en disputas si uno de los está alterado. Es preferible dejarlo para otro rato en el que se encuentren más tranquilos, y acordar soluciones que beneficien a ambos.

Lo mejor es entender  las discusiones vacacionales como una ocasión para mejorar como pareja. Cuando concluyan las vacaciones hay que rememorar los mejores momentos, no sólo las discusiones.

A la vuelta del periodo vacacional lo más lógico es dejar que transcurran unas semanas antes de tomar decisiones importantes como una separación, puesto que con la vuelta a la normalidad lo más probable es que todo tienda a ir como estaba antes de las vacaciones.  Si por cualquier cosa esto no sucede, lo mejor es considerar el acudir a una terapia de pareja llevada a cabo por profesionales, en la cual se realice una valoración y procedimiento para mejorar aquellos puntos  que han terminado en conducir a la pareja a ese situación actual de crisis. La meta fundamental es encontrar la es encontrar el desenlace más correcto para ambos miembros.

En la terapia de pareja se requiere una participación muy activa por parte de ambos miembros, mientras que el terapeuta tomará el papel de entrenador. El fin  de la terapia es apoyar a las parejas a buscar alternativas en el modo de comprender la relación, tratando de renovarla, haciendo que sea factible para ambos, y sobre todo, más satisfactoria. Los objetivos más buscados son:

- Ayudar a la pareja a comunicarse, a establecer diálogos productivos. Se estimula para la búsqueda y potenciación de los recursos y habilidades necesarios para una comunicación más eficaz entre ambos miembros.

- Lograr una mayor comprensión y mejora de los conflictos, rebajando el nivel de tensión que éstos conllevan.

- Aprender a negociar y manejar las diferencias, así como resolver determinados problemas que pueden aparecer en el transcurso de la relación.

- Favorecer la toma de conciencia y aprender de la relación, potenciando el desarrollo personal de ambos miembros. Se debe tener en cuenta que los conflictos bien abordados pueden constituir una oportunidad de cambio y desarrollo, tanto a nivel individual como de pareja, reforzando también los vínculos entre ambos.

 

 

 


Álvaro Rojo