La sensación de soledad incrementa cuando se acerca la época navideña. Según varios estudios se estima que aproximadamente más del 75 la población sufre sentimientos de tristeza, angustia, tensión e incluso depresión, durante esta fase festiva del año. Existe mucha gente que con la llegada de estas fechas se encuentran sin nadie alrededor, y aparte, también se sienten solas, puesto que viven alejados de su casa y sus familiares, o hay disputas entre los miembros que no han sido resueltas.
Para entender la soledad hay que saber diferenciar dos conceptos: estar solo y sentirse solo, no tienen nada que ver. La soledad como sensación física se refiere a una carencia de relaciones humanas, y por tanto, un sentimiento de abandono real y físico, en el que se necesita una organización social en la que ampararse y sentirse realizado. En cambio el sentirse solo, es una sensación que surge en la mente de la persona, pero que no implica no tener contacto y relaciones sociales, simplemente se siente solo.
Así pues, existen personas que padecen la soledad pese a estar en contacto con gente habitualmente. Esto puede deberse al fallecimiento de una persona cercana, una ruptura de pareja o por estar sumergidas en una estado melancólico y ansioso. Del mismo modo hay personas que están y se sienten solas durante la época navideña puesto que se encuentran lejos de casa y han de pasarlas sin sus más allegados por motivos laborales, porque no se reconciliaron con los suyos tras alguna disputa familiar o porque se encuentran aislados socialmente, como les pasa a determinados ancianos, personas son discapacidad o personas sin hogar.
La gente que se siente sola ve aumentada esta sensación con la llegada de la Navidad. La gente tiene muchos planes durante esos días como comidas familiares, cenas de trabajo, el cotillón de Nochevieja, los regalos de Reyes...etc, y además nos desbordan con un montón de anuncios que incrementan esta percepción. En esta época del año toda la gente parece alegre y contenta, lo que aumenta la sensación de que todas las personas obtienen refuerzos positivos, y por el contrario, estas no lo pueden lograr.
Se suele pensar que toda la gente está junto a sus familiares y personas cercanas, de manera muy alegre y pasándolo en grande. Es habitual que estas personas también sientan añoranza al recordar Navidades pasadas que pasaron junto a personas cercanas a ellos, pero que ya no están por diferentes motivos.
Es cierto que existen ciertas personas que son más propensas a caer en la soledad. Esto tiene que ver con un déficit en las habilidades sociales para poder establecer relaciones con la gente, y de este modo, son más débiles a la hora de sufrir conflictos, y también la escasez de apoyo en momentos duros hace que sean más proclives a volver a sentirse solos en el futuro.
También las personas que tienden a estar ansiosos o depresivos, al no tener una percepción correcta de la realidad, suelen estar en peligro de caer en ella. Pero estas si disponen de apoyo familiar y relaciones.
Y por último aquellas personas que han sufrido el fallecimiento de alguien de la familia o una ruptura de pareja, son también proclives. Aquí, el conseguir salir de ella depende del apoyo que tenga y la capacidad de la propia persona para superar dicho acontecimiento.