A modo de síntesis, algunos consejos de cara a la alimentación infantil podrían ser los siguientes:
+ Dejar transcurrir varios días antes de introducir cada nuevo alimento para poder apreciar cómo reacciona el organismo del niño/a.
+ A la hora de introducir un alimento nuevo, debe presentarse de forma atractiva para que el niño no pierda el interés por probar el nuevo alimento.
+ Crear rutinas en torno a la hora de comer. Las rutinas ayudan a los niños/as a sentirse seguros.
+ Servir las comidas siguiendo un horario fijo. Esto ayuda a que los niños aprendan a relacionar su sensación de hambre con el acto de comer.
+ Regular y seleccionar alimentos sanos y sabrosos.
+ Hacer de las comidas unos momentos agradables. En la hora de la comida los niños aprenden muchas cosas cuando todos comen juntos, y el estar reunidos en un ambiente agradable, contribuye a desarrollar buenos hábitos alimenticios.
+ Preparar a los niños para las comidas. Un aviso previo les permite calmarse. Un niño que está nervioso, agitado o cansado puede tener dificultades en sentarse tranquilo a comer.
+ Se les debe dejar experimentar con la comida, incluso comer con los dedos. Esta costumbre es positiva para su desarrollo, y por lo tanto se les debe permitir.
+ No obligue al niño a comer. Esto suele ocasionar que los niños rechacen los alimentos y coman menos.
+ Permita que los niños se levanten de la mesa cuando hayan terminado. Los niños pequeños no pueden permanecer sentados mucho tiempo.
+ No deben hacerse comidas entre horas, para evitar desequilibrios en los horarios de comida.
+ Las verduras son muy adecuadas para un sano crecimiento.