Consejos de nuestra nutricionista
< Volver al índice de artículos
Psicologia


Aptitudes de un lider deportivo

El líder deberá conducir no arbitrariamente, porque cuando lo hace nos hallaremos con un grupo enfermo de personas, no acorde tanto con valores éticos como con las reglas y normas específicas del juego del cual se trate. Normas que por lo general son históricas, aceptadas globalmente y poco permeables a los cambios. Estas reglas y normas hacen a la forma singular de cada juego. Cualquier modificación de las mismas, podría cambiar la esencia del deporte. Lo mismo podría ocurrir con tareas laborales aunque aquí el tratamiento es más flexible.

Toda norma sostendrá en su interior y forma, el estilo de cada actividad deportiva. En un grado más profundo también guardará celosamente su origen, historia y sus futuras proyecciones y articulaciones. Será el líder principalmente quien tendrá siempre claro “cumplir” con la norma que forma parte de su ética deportiva. Él se hará cargo del deseo de su equipo tanto como de las reglas aprobadas para el juego y aceptadas implícita y conscientemente por cada jugador.
 El juego podrá variar en su estilo, fortaleza, plasticidad, elegancia, historicidad, etc.etc, pero no en su contenido. El líder estará allí para “sellar” la forma original. Pero, será el equipo el que proyectará, depositará, aclarará sus deseos deportivos y aún los personales (los cuales merecerán ser conscientemente aclarados y despejados), sobre la figura del capitán, de su jefe. No obstante, cada miembro del equipo jugará celosamente acorde con su propia responsabilidad.

El juego en cuanto a normas es un sumatoria de responsabilidades compartidas. El equipo lo sabe y estos aspectos ligados a la historia del grupo, su grado de empatía interpersonal, su anhelo de éxito, sus habilidades técnicas tanto físicas como psicológicas, su grado de solidaridad personal, forman una “estructura de sostén” que se manifiesta claramente en el denominado “sprit de corp”. El líder no solo aceptará y respetará el “espíritu de cuerpo” sino que dispondrá en forma activa sus propios recursos para mantener el mismo, tanto en los éxitos como en las derrotas, sobre todo en éstas últimas.

 

Algunas de las características que se espera posea un líder deportivo son la iniciativa, la creatividad, la originalidad, sus habilidades técnicas, sus condiciones psicológicas, su madurez emocional, su capacidad de entendimiento comprensión y acción, la rápida percepción de situaciones, el respeto por el otro, la sincronía empática, la pedagogía activa, sus habilidades resolutivas, la lealtad in transigente, la honestidad, la aceptación de errores, la plasticidad, la adquisición de nuevos conocimientos, su responsabilidad, su tendencia a la delegación, el cuidado y defensa de su cuerpo, la generosidad en el reconocimiento del “nosotros”, el fortalecimiento del espíritu de cuerpo el entendimiento del error como una fuente reflexiva de nuevos conocimientos, etc.

Son éstos obviamente, solo algunos, a nuestro parecer, de los más importantes factores que hacen a un líder ideal. A estos aspectos enumerados anteriormente se pueden incluir todos aquellos factores positivos singulares y característicos de la personalidad del líder más allá de su contacto con lo deportivo.

 Digno de destacar, es el hecho que un líder no hace de meras expectativas o expresiones de deseos de los miembros del equipo. El mismo debe poseer una estructura de personalidad que no solamente reciba y sostenga estas proyecciones, sino que pueda actuar en forma eficaz y positiva con todo aquello que sobre él se ha depositado.

El líder, asimismo, no podrá considerarse un “privilegiado” o un “elegido”, lo cual lo colocaría en un “status místico”, no acorde con lo que el deporte significa, sino que deberá actuar en relación directa con la responsabilidad que el grupo espera de él.
 Que el líder pueda sentirse gratificado por este temporal reconocimiento, pertenece a un hecho que forma parte de las condiciones necesarias para consolidar estructuras humanas, las que sí, recorremos la historia observaremos como siempre estuvieron presentes en toda institución.

 


Álvaro Rojo